Las cocinas abiertas al salón se ven cada vez más en nuestro país. Las razones son variadas, pero lo que podemos decir es que nuestra forma de vida está cambiando y con ella, las tendencias a todos los niveles en nuestros hogares.

Si miramos tiendas de cocinas en el centro, esta es una de las opciones “estrella”, encontramos mucha exposición de cocinas en Madrid de este tipo. Incluso buscando muebles de cocina en Madrid nos aparece la opción de las cocinas abiertas al salón.

Ventajas de las cocinas abiertas al salón

La primera ventaja es de la eliminar pasillos, de esta manera, se genera en la casa una mejor distribución y una mayor comodidad a la hora de pasar a las distintas zonas. Estas “zonas de paso” pueden hacerse con mobiliario o generando zonas de paso.

Hay que decir también que las cocinas abiertas generan una mayor sensación de amplitud. Además, actúan como un lugar donde se puede socializar de una mejor forma que en una cocina tradicional, donde solo entra la persona que está cocinando y generalmente hay más “problemas de movimiento”.

Puedes integrar islas y ganar multifuncionalidad gracias a ello. La cocina amplia espacio ganándoselo al salón y al comedor, pero con una facilidad mayor para realizar actividades en cada zona, lo que facilita tanto el movimiento entre las mismas como la elección de qué poder hacer en cada momento.

Además, cocinar en estas cocinas es también un acto social, ya que podemos hacerlo mientras hablamos con nuestra familia, invitados, se fomenta la cooperación gracias a la facilidad de movimientos.

Se pueden compatibilizar pasiones y además del tiempo pasado en familia, cocinar platos sabrosos para ellos mientras tanto, una buena manera de “ahorrar” tiempo.

Inconvenientes de las cocinas abiertas al salón

Entre las desventajas de este tipo de cocinas podemos encontrar el ruido, ya que el sonido de los extractores o electrodomésticos pueden llegar a molestar a las personas que están relajándose en el salón o viendo la televisión.

Si los platos no están recogidos es más fácil dejar el desorden a la vista, algo incómodo sobre todo al recibir visitas. Los olores de la comida también son algo de lo que hablar, ya que se extienden por todo el salón con mayor facilidad.

Por último, también podemos pensar en aquellas personas que les gusta tener algo de tranquilidad a la hora de cocinar.